Por Julisa G. Hernández / Procuradora fiscal
No es raro ver a nuestros hijos, que al despertar y abrir los ojos su atención se dirige hacia el celular, Tablet o la computadora, según sea el caso, y se volcán de manera completa a jugar en alguna de las plataformas de juegos en línea disponibles con diferentes modalidades de juego, el mundo de los juegos es vasto, pero los que tienen mayor relevancia son aquellos juegos de roles multijugadores como League of Legends, Minecraft, Fortnite, Roblox, entre otros que originalmente se estructuraron para ser jugados por adultos desde el diseño de los personajes, historias y el contenido en alto porcentaje explicito que tienen, que sin embargo en la actualidad son jugados por niños desde edades tan tempranas como los 4 años o de menor edad inclusive.
Según la Video Games Europe (2023) el 76% de los jugadores de videojuegos tienen 18 años o más y la edad promedio de un jugador de videojuegos en Europa es de 32 años, lo que contrasta con la investigación realizada por Askids (2022) de que El 65 % de los niños y adolescentes de América Latina utilizan los videojuegos para entretenerse, junto a la plataforma de videos Youtube.
Para contextualizar la magnitud del peligro de los juegos en línea se debe tomar en cuenta la forma exponencial de crecimiento del uso de los juegos en línea como método, la empresa desarrolladora de juegos Plarium en su portal web establece algunas cifras de los juegos con mayor cantidad de usuarios a nivel mundial, siendo que en el 2023 el juego Minecraft contaba con aproximadamente 178 millones de usuarios al mes, Fortnite con 247 millones de usuarios mensuales en enero de 2024, y League of Legends 130 millones de usuarios activos cada mes, mientras que Free Fire lanzado en el 2017, con la modalidad de Battle Royale, en enero del 2025 cuenta con 151,254,780 jugadores activos al mes y 11,363,921 diarios.
Mientras el niño, niña o adolescente se encuentra en el juego, para poder ganar mas experiencia, regalos o beneficios, debe interactuar y hacer equipo con otros jugadores, utilizando la herramienta de chat incluida en cada juego, en donde se encuentran expuestos a diferentes situaciones de acoso (bulling), ciberacoso, abuso y explotación sexual, depredadores online, robo de información, sobrexposición e inclusive riesgo de secuestro, trata de personas, entre otros delitos.
Los Padres y Madres deben tomar en cuenta que su deber de protección implica establecer los mecanismos de supervisión y reglas necesarias para garantizar la seguridad de su hijo o hija, por un lado la exposición de los niños a contenidos inapropiados, como violencia, lenguaje explícito y situaciones sexuales y el tipo de contenido del juego, puesto que la mayoría de estos juegos tienen una historia de temática adulta, e inclusive advertencia respecto a la edad mínima para jugarlo, pero regularmente los padres se mantienen al margen de la actividad de los juegos.
Además, esa exposición a la violencia extrema presentada en los juegos, tienen alta probabilidad de generar un impacto negativo en el desarrollo emocional y psicológico del menor de edad, según algunos estudios, acarrean problemas de comportamiento, ansiedad y depresión, adicción, afectar su autoestima y bienestar.
Mientras que por otro lado, la falta de reglas y supervisión mientras se realiza el juego, facilita una ventana en la cual el niño, niña o adolescente pueda ser abordado por una persona adulta que se haga pasar por otro menor de edad, le solicite información personal y ubicación, le solicite información de contacto telefónico o WhatsApp para conversar más tranquilos y desde ahí acosarle, pedirle o enviarle imágenes o videos de contenido sexual, ofrecerle regalos con la finalidad de atraerlo a un espacio fuera del control de los padres y en el cual esta persona pueda abusar sexualmente de ellos, amenazarlos, o explotarlos sexualmente.
En consecuencia, así como la industria de los videojuegos online ha crecido, por igual se han incrementado las denuncias de acoso y abuso sexual de menores cuya captación se realizó a través de uno de estos juegos se han incrementado, en la Republica Dominicana también las estadísticas han aumentado, además de que se debe tomar en cuenta que existen cifras negras, en razón de que por temor, vergüenza o desconocimiento no se realizan las denuncias correspondientes.
De esta forma, los padres deben tomar medidas para regular y supervisar el uso de los juegos en línea con la finalidad de proteger a sus hijos de posibles agresores sexuales, se requiere que estén presentes y supervisen que tipo de juegos utiliza su hijo o hija como entretenimiento, verificar la posibilidad de controles parentales, asimismo supervisar conversaciones por otras redes sociales que pueden ser utilizadas de manera concomitante con la plataforma de juego on line, observar si es un juego apto para el consumo acorde con la edad, establecer reglas de uso como horarios, indicaciones de no facilitar información personal a otros jugadores, no dar sus claves y contraseñas, verificar la posibilidad de establecer controles parentales, ya sea en los equipos utilizados para jugar, router de conexión, etc., restricciones de chateo, bloquear a los acosadores, establecer limites sobre con quien deben hablar y solo hablar del juego, darle la confianza para informarle cuando se encuentre en peligro, acosado o se sienta incomodo de alguna forma dentro del juego, hablarle de los peligros de hablar con personas extrañas, y si es posible intégrese al juego y haga equipo con él, esta es la mejor estrategia para garantizar su seguridad e incrementar el nivel de confianza, mantenerse alerta y fomentar la educación y concienciación sobre los riesgos de los juegos en línea, informarse de los espacios para denunciarlos y actuar.
***La autora es Procuradora Fiscal
Experta en Derechos Humanos, Genero, Niñez, y Sistema de Justicia.
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