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Sube a 132 los muertos tras operativo policial contra organización delictiva de Río de Janeiro

Policías junto a un coche quemado durante un operativo policial contra el Comando Vermelho en la favela Complexo do Alemao. Río de Janeiro, 28 de octubre de 2025.

Brasil.– La Defensoría Pública de Río de Janeiro confirmó este miércoles que aumentó a 132 el número de víctimas mortales tras el controvertido operativo policial desplegado la víspera contra supuestas facciones del Comando Vermelho.

Según los reportes de G1, se trata del operativo más letal desplegado en la ciudad. El saldo mortal se incrementó después de que los propios vecinos trasladaran decenas de cuerpos hasta una plaza, ya que no figuraban en las cifras oficiales de bajas.

Hasta ayer, la policía aseguraba que el despliegue inédito en las favelas se había saldado con 64 víctimas mortales, de las cuales 4 eran policías. El secretario de la Policía Militar, coronel Marcelo de Menezes Nogueira, confirmó que los cadáveres llevados hasta la plaza no contaban en las estadísticas.

«Un éxito»
La operación conjunta de la Policía Civil y Militar se desarrolló en las favelas Complexo do Alemão y Penha. Los cadáveres que se sumaron en esta jornada fueron descubiertos en la zona del bosque de Vacaria, en la Serra da Misericórdia, donde se concentraron los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los traficantes.

Pese a las críticas que ha provocado la letalidad del operativo, el gobernador Cláudio Castro consideró que la acción de la policía fue un «éxito» y que solo los policías que fallecieron eran «víctimas».

Sin embargo, los activismos han elevado una voz de alerta que fue secundada por Naciones Unidas sobre la falta de proporcionalidad de los agentes. «Esta operación mortal refuerza la tendencia de consecuencias letales extremas de las operaciones policiales en las comunidades marginadas de Brasil», dice el breve comunicado de la ONU, difundido a través de las redes sociales.

«En 36 años de favela, pasando por varias operaciones y matanzas, nunca he visto nada parecido a lo que estoy viendo hoy. Es algo nuevo. Brutal y violento a un nivel desconocido», aseveró a G1 el activista Raull Santiago, quien ayudó a sacar los cuerpos del bosque.

De acuerdo a los reportes de prensa, los cadáveres presentaban disparos en la nuca, lesiones a cuchillo y algunos estaban mutilados. Los vecinos decidieron trasladarlos, posarlos en la calle y quitarles las camisas para facilitar el reconocimiento por parte de sus familiares: así podían verse marcas, tatuajes o señas particulares.

Del mismo modo, desde tempranas horas de la madrugada se reportan calles vacías, autopistas desiertas y gran silencio de unas de las megalópolis suramericanas. Las autoridades locales han decidido suspender las clases y algunas de las actividades, mientras persiste el estado de conmoción.

Tras la sangrienta jornada de ayer, este miércoles al menos 54 cadáveres fueron llevados por los habitantes de la zona a la Plaza Sao Lucas, en el complejo Penha, y colocados en filas cubiertos con telas, informa la prensa.

Los cuerpos habrían sido retirados de la zona boscosa de Vacaria, en la sierra de la Misericórdia, donde tuvieron lugar los enfrentamientos más violentos entre la Policía y los presuntos narcotraficantes.

Las escenas han sido sobrecogedoras. En varios momentos, algunos ciudadanos han irrumpido en aplausos, mientras se oían lamentos de personas que lloraban a sus allegados fallecidos. Las labores de reconocimiento de las víctimas aún no terminan.

En el megaoperativo del martes, la Policía ejecutó cientos de órdenes de detención contra sospechosos de pertenecer a la organización delictiva más importante de Brasil, Comando Vermelho.

Según la última comunicación difundida por el Gobierno del estado de Río de Janeiro, la operación movilizó a 2.500 policías civiles y militares, que realizaron más de 80 arrestos.

«Actuamos con la máxima fuerza y ​​de manera integrada para dejar claro que el Estado tiene el poder», dice la nota, asegurando que se enfrentan a «narcoterrorismo» y que los criminales «utilizan tecnología de guerra», como drones, bombas y armamento pesado.

Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar. En redes sociales, la concejala Thais Ferreira (Niterói) calificó la operación como «un genocidio», y acusó al gobernador de haber «transformado Río en un laboratorio de exterminio del pueblo negro y pobre».

Su par, Benny Briolly, también cuestionó la acción: «¡La favela merece respeto! Río de Janeiro llora con otra operación sangrienta, violenta y bárbara. […] Basta de guerra contra los pobres: queremos una seguridad pública eficaz e inteligente».

Este miércoles, la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se ha declarado «horrorizada» por la operación militar desarrollada en las favelas del norte de Río de Janeiro.

«Esta operación mortal refuerza la tendencia de consecuencias letales extremas de las operaciones policiales en las comunidades marginadas de Brasil», dice el breve comunicado de la Oficina, difundido a través de las redes sociales.

Tomado de actualidad.rt.com

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