Por Gregorio Moya E.
En Facebook la reconocida historiadora Luisa Navarro preguntó ¿Quién es el actual Bartolomé Benoit?, para referirse a la apertura del espacio aéreo y las facilidades a aviones de guerra de EEUU que han ocupado los cielos del mar Caribe, han asesinado en nombre de la lucha contra las drogas y amenazan a Venezuela y Colombia con actos de guerra, incluso de invadir esos países para capturar a quienes se oponen a su dominio neocolonial.
La historiadora recuerda la invasión a República Dominicana en 1965 con el siguiente texto, “Los que vivimos una invasión sabemos lo que duele. No podemos justificar y apoyar una agresión a otros. A nosotros: «para salvar vidas y bienes» de un monstruo de ficción. Ahora le cambiaron el nombre al lobo, aunque la caperuza sigue siendo rojo sangre”.
La pregunta ¿Quién es el actual Bartolomé Benoit? es pertinente, y vale la pena informar para quienes desconocen, quién fue Bartolomé Benoit. Este oficial mayor fue miembro de la Fuerza Aérea Dominicana, militar formado en esa rama de las Fuerzas Armadas que tiene como uno de sus desméritos el asesinato de los que los expedicionarios del 14 que estaban presos en la base de la fuerza aérea.
Fiel a su tradición y formación trujillista, Bartolomé Benoit apoyó el golpe de Estado al profesor Juan Bosch en 1963. Fue el coronel Pedro Bartolomé Benoit, quien solicitó por medio de una carta la segunda intervención norteamericana a los Estados Unidos de América al país en 1965, dirigiéndose al Presidente Lyndon B. Johnson, quien ordenó el desembarco de las tropas norteamericanas en Santo Domingo de 42,000 marines, llamados por Pablo Neruda, 42,000 hijos de perra.
Si bien Bartolomé Benoit tiene encima de sí haber llamado a los norteamericanos a invadirnos, pecado del que nunca se arrepintió, igual de criminales de lesa patria fueron los demás golpistas como Wessin, Imbert Barreras, Vicioso Soto, Carlos Crisolía, Alejandro Zeller Cocco y Julio Postigo, a los que hay que sumar a los periodistas, empresarios la jerarquía de la iglesia que siempre se opuso al gobierno democrático de Juan Bosch y a las ideas revolucionarias y populares.
En 1965 llamaron a los norteamericanos con el cuento de evitar el desorden y salvar vidas. Hoy el relato falso es la lucha contra el narcotráfico.
Hoy, además de vulnerar nuestro cielo y suelo patrio, nos meten en los planes de guerra de Estados Unidos, que en su clara decadencia apela a la guerra para dominar, expropiar y colonizar.
Los actuales gobernantes, los partidos y grupos que no terminan de separarse y diferenciarse del gobierno y partido en el poder, los periodistas, comentaristas e intelectuales que justifican la entrega a fuerzas militares de EEUU aeropuertos para que sirvan de base para atacar militarmente a naciones soberanas, muestran que son traidores a la patria.
Quienes no asuman una oposición militante no solo a la entrega de aeropuertos para fines de guerras interventoras, sino al gobierno y su partido, quienes no rompan cualquier vínculo con el actual gobierno, están efectivamente contribuyendo a ese mal mayor de traición a la soberanía, a la independencia y al querer del pueblo dominicano de ser libre y vivir en paz.
Los Bartolomé Benoit de hoy, como Santana y Buena Ventura Báez, Hipólito Mejía, todos son traidores, que colocan al país en el fuego de la guerra, una guerra injusta, igual que la que sufrimos en 1916 y 1965 por las mismas tropas y naves aerotransportadas yanquis.
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