Por Elena Crespo Fernández
En la industria de la ciberseguridad, en 2023 el número de profesionales de ciberseguridad en América Latina el número fue de 1.285.505 y solo el 25% eran mujeres. En línea con esto, el Fondo Económico Internacional indica que menos de la mitad de las mujeres participan activamente en el mercado laboral mundial, frente al 72% de los varones. Y según el Informe sobre la Brecha Global de Género que compartió este año el Foro Económico Mundial, no será posible alcanzar la paridad salarial de género total hasta 2058.
En lo que respecta a la región de América Latina y el Caribe, la Organización Internacional del Trabajo destaca que, si bien hubo avances, todavía se evidencian “desigualdades de género”. En concreto, marca que en 2024 “la tasa de participación femenina se mantuvo en 52,1%, muy por debajo de la de los hombres (74,3%)”. Y agrega: “Las mujeres ganan en promedio un 20% menos que los hombres, y siguen siendo expuestas a mayores tasas de desocupación y empleos de menor calidad”.
Julieta Escolar, Mánager de Recursos Humanos para ESET Latinoamérica en la oficina de Buenos Aires, analiza: “La brecha salarial, no sólo por el poco acceso a puestos directivos, sino ante igualdad de puestos y jerarquía, sigue siendo un desafío. Si bien las compañías están empezando a mapear e intentando encontrar soluciones, es algo que no muchas pueden resolver en el corto/mediano plazo”.
Russell Reynolds Associates (firma global especialista en la búsqueda y asesoría de liderazgo), a través de su índice de rotación de Directores Ejecutivos identificó que en 2024, las mujeres representaron 24 de los nombramientos de directores ejecutivos a nivel mundial (es decir, un 11%), en comparación con los 196 nombramientos de varones.
Carla Araujo, Mánager de Marketing para ESET Brasil, reconoce: “En mi trayectoria profesional, siempre trabajé mayoritariamente con gestores y colegas varones. En diversas ocasiones, noté cuestionamientos velados -nunca directos, pero presentes- sobre la capacidad de las mujeres para asumir posiciones de liderazgo. Además, fui testigo de varias situaciones en las que colegas varones fueron promovidos mientras que mujeres, con preparación igual o incluso superior, fueron desconsideradas”.
Un estudio realizado recientemente por la Universidad de Bath y la Universidad de Melbourne confirma lo planteado: las mujeres asumen siete de cada diez (71%) tareas de carga mental del hogar. En concreto, se refiere a lo necesario para que la vida familiar funcione sin problemas, incluyendo la programación, la planificación y la organización de tareas. Esta publicación que contó con la participación y opinión de 3.000 padres y madres estadounidenses afirma que las mujeres se encargan del 79% de las tareas diarias, como la limpieza y el cuidado de los y las menores, más del doble que los varones (37%).
“La carga mental invisible de la mujer, buscando el equilibrio constante entre la vida familiar y laboral, es uno de los mayores desafíos que enfrentamos. En muchos casos, sobre nosotras recae la tarea de organizar y poner en marcha la logística familiar y que, incluso, cuando delegamos actividades, no se nos permite renunciar a nuestro rol clave para que todo funcione. Por eso, la sensación de agotamiento en muchos casos es alta”, sostiene Escolar.
La brecha de género es una realidad, como también lo es que las empresas y organizaciones pueden jugar un papel fundamental para contribuir a la equidad.
“Las empresas deben empezar a trabajar para que su equipo directivo sea lo más diverso posible, que incluya no sólo mujeres en estos roles, sino que también busque que sean diversas sus realidades personales, y así contar con distintos puntos de vista para abordar las problemáticas de la compañía. Para ello, deben evaluar si sus sistemas de promoción son justos y equitativos para evitar cualquier sesgo”, propone Escolar.
Y agrega: “Pueden proponerse como objetivo a mediano plazo, no sólo mapear la brecha salarial sino analizar los beneficios ofrecidos y ver cual impacta en mayor o menor medida en las personas de diferentes géneros y realidades, y en base a eso plantear soluciones”.
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